viernes, 16 de noviembre de 2012

Inauguración


¡Hola! Si estás leyendo esto es que has acabado aquí en una pequeña ventanita al ciberespacio en la que cuando me vaya dando la gana, para qué engañarnos, iré poniendo las cosillas que se me vayan ocurriendo... Series, películas, juegos, tecnología, literatura, actualidad (de la de los políticos, no de la de Sálvame y tal) y desbarradas variadas... Vamos, un poco de todo.


De entrada creo que es de recibo explicar el porqué del título de este blog. El horizonte de sucesos es la región del entorno de un agujero negro en el que la luz no puede escapar del campo gravitacional generado por el propio agujero negro. A partir de ahí nadie sabe lo que pasa porque, literalmente, el agujero se traga la luz... Y porque Einstein, que era un poco vago, decidió que, los infinitos que le salían en sus ecuaciones, mejor que los resolviera otro que él ya había cumplido... 




Resumiendo: si tienes miedo de la oscuridad, nunca te acerques a uno... Aunque claro, seguramente antes de llegar habrás muerto por la radiación o por efecto del campo gravitacional del agujero negro, por lo que tu miedo a que un muñeco diabólico surja a traición y de repente y te cosa a puñaladas mientras suelta una carcajada infernal será la menor de tus preocupaciones...


¿Y por qué este título? Te preguntarás. Pues es una buena pregunta. Básicamente es porque me gusta, le da un enigmático puntito friki a la par que siniestro que me mola. Aparte de que es lo que hubiese dicho el Replicante de Blade Runner en vez de lo de la puerta de Tannhaüser si hubiese sido lo suficientemente duro como para cargarse a Harrison Ford. Seamos sinceros: demasiada filosofía y demasiada poesía para ser un modelo de combate... Era una nenaza.


Bueno, que me enrollo y no es plan. El caso es que me ha dado por hacerme un blog en el que os daré la chapa a medida que se me vayan ocurriendo cosas. Lo dicho: esperad un poco de todo. 


Ah! Y perdón por adelantado por lo inconstante de mis publicaciones, que el que avisa no es traidor aunque haya quien crea que sí.


¡Hasta pronto! O no...